¿Qué diferencias hay entre un pavimento de gres y de moqueta?
Con el objetivo de servir de apoyo en el proceso de venta cerámico y ayudar a los usuarios finales en la toma decisiones, presentamos este segundo post en el que continuamos analizando los puntos fuertes y débiles de diferentes tipologías de materiales cerámicos frente a sus competidores. Todo esto basándonos en la información facilitada por la herramienta SOLCONCER, una plataforma de uso libre y gratuito para la evaluación de soluciones constructivas.
Elección de materiales: gres vs moqueta
Así, después de analizar las características de dos productos de reciente aparición en el mercado como la lámina cerámica y el conocido como LVT (Luxury Vinyl Tile), en este segundo post nos vamos a fijar en dos materiales de larga tradición en el mercado de los pavimentos: la baldosa de gres esmaltado y la moqueta.
Durabilidad, aspectos ambientales y económicos
Uno de los aspectos más importantes a la hora de elegir un determinado producto es su durabilidad: la capacidad de los materiales de conservar sus características técnicas, estéticas y funcionales durante toda su vida útil prevista. En este sentido, la vida útil del gres esmaltado puede estimarse en 50 años para cualquier uso, lo que limita el número de reposiciones. Por su parte, la vida útil de una moqueta suele estar alrededor de los 15 años. Esto quiere decir que pasado ese periodo de tiempo el material dejará de cumplir con la función para la cual había sido creado y será necesaria su sustitución.
La vida útil de la baldosa de gres esmaltado puede estimarse en 50 años para cualquier uso frente a la vida útil de la moqueta que se estima alrededor de los 15 años.
Teniendo en cuenta esto, si nos basamos en los resultados de SOLCONCER, vemos como el gres esmaltado es preferible a la moqueta, tanto ambiental como económicamente.
Para entender esta afirmación hay que tener en cuenta que la evaluación de la herramienta se realiza desde una perspectiva de análisis de ciclo de vida. En este sentido, los resultados que ofrece desde el punto de vista ambiental están determinados principalmente por elevado consumo de energía en las fases de fabricación y mantenimiento; así como por su vida útil relativamente corta, lo que implicará una serie de sustituciones de la moqueta para satisfacer el ciclo de vida de referencia establecido. Por su parte, desde el punto de vista económico, a pesar del mayor coste que supone la elección del gres esmaltado en las etapas iniciales (fabricación y construcción), esta diferencia se ve superada también por el coste asociado a las operaciones de sustitución que necesita un pavimento de moqueta.
Además, estas diferencias se verán aumentadas en tanto en cuanto aumenten los requerimientos de limpieza asociados al uso al que estén destinados estos pavimentos. Es decir, espacios sometidos a frecuencias de mantenimiento medias-altas llevarán asociados impactos ambientales más elevados y costes económicos más altos derivados de la utilización de agua, energía y productos de limpieza para su correcto mantenimiento.
Puedes ampliar información en el Observatorio de Mercado de ITC